El inicio del encuentro estaba siendo un correcalles en el que todos los ataques de ambos equipos iban con peligro. Por ello no tardó en marcar Hogh, aprovechando que el Oporto estaba mal colocado en un contragolpe. Jens Petter Hauge, ex del Milan y cedido por el Eintracht, se frenó cuando vio a Hogh desmarcándose solo y le puso un balón largo perfecto. Controló, y antes de que Moura pudiese encimarle, batió a Diogo Costa. Minutos más tarde, ahora sí con el Oporto defendiendo en el área, Saltnes se la dejó de cara a Hauge, que apareció en la frontal y la colocó al palo derecho. Le habían dado la vuelta al partido antes del descanso. Y también Maatta vio una amarilla por una falta muy dura que, nada más reanudarse el partido, le salió cara. El atacante se dejó caer en el área intentando engañar al árbitro, aunque lo que consiguió fue una segunda tarjeta que le acarreó la expulsión. Se relamía el Oporto, pero más el Bodo sabiendo los metros que tendría para correr a la contra. Así llegó el tercero, con los protagonistas del primer tanto noruego intercambiándose los papeles. Antes había sido Hauge quien le dio el pase largo a Hogh, y ahora era Hogh quien puso en ventaja a Hauge. Con mucha calidad, recortó a Zé Pedro y superó a Diogo Costa. Un 3-1 que radicalizaba aún más los planteamientos de cada uno en esta segunda parte. El Bodo no sufrió en exceso. Agitó el partido Vítor Bruno desde el banquillo e hizo debutar a Rodrigo Mora, de 17 años. Un jugador estratosférico en categorías juveniles tanto del Oporto (7 goles en 9 partidos de Youth League) como de Portugal (5 goles en el Sub-17 de mayo). Él fue quien colgó un córner desde la izquierda que sirvió a Deniz Gul para recortar distancias en un despiste de la defensa local. Pero no quedaba tiempo. Un par de ataques portugueses a la desesperada fueron lo único que vieron los presentes en el Aspmyra de Bodo.