11/08/2015
- Barcelona campeón tras golear por 5-4 al Sevilla con dos golazos de Lionel Messi

Inolvidable final. Sevilla de entrada se puso arriba cuando Ever Banega inauguró el marcador a los tres minutos de partido, con la ejecución de un gran tiro libre. El Barcelona ni siquiera tuvo tiempo de recomponerse tras el golpe del Sevilla, Messi estaba enchufado. Apenas cuatro minutos después, el de Rosario replicaba el tiro envenenado de su compatriota con un lanzamiento diabólico, directo a la escuadra. No contento con el empate, en el 16 aprovechó lo que a priori era una falta inofensiva a 31 metros del marco de Beto para poner al Barcelona por delante con otro disparo imparable, enviando el balón al palo y a media altura. Los azulgrana siguieron embistiendo con un Sevilla prácticamente a merced hasta la media hora de partido, cuando Banega volvió a advertir a Marc-André Ter-Stegen con un disparo lejano. En el 41 el conjunto andaluz incluso coqueteó con el empate después de un centro raso de Vitolo se le escapara de las manos al portero alemán del Barcelona pero Gerard Piqué llegó a tiempo de alejar el peligro que acechaba sobre la misma línea de gol. Sin embargo, el Barcelona jugó hasta entonces un magnífico partido, y contra esto había poco que hacer. Incluso cuando más apretaba el Sevilla, Piqué armó un desplazamiento en largo que culminó en un uno contra uno que Beto atajaría a Luis Suárez. El uruguayo, incansable, luchó por recuperar el balón, prácticamente en la línea de fondo. Tras lograrlo, sólo tuvo que esperar a la llegada de Rafinha para que el pequeño de los Alcántara pusiera el 3-1. Messi y los suyos todavía no estaban satisfechos o, al menos, esto pareció en los inicios del segundo tiempo. Suárez tardó siete minutos en marcar el cuarto gol de su equipo, después de que Sergio Busquets detectara un agujero en la defensa sevillista, todavía impotente ante el despliegue de juego de un Barcelona que, no obstante, bajó notablemente el ritmo tras la diana del charrúa. Y esto es algo que el conjunto de Unai Emery no suele desaprovechar. Poco a poco fue metiéndoles miedo, mucho miedo, a los hombres de Luis Enrique Martínez. José Antonio Reyes estableció el 4-2 en el minuto 57 y en el 70, un centro desde la izquierda de Benoît Trémoulinas acabó en penalti tras el clarísimo agarrón de Jérémy Mathieu a Vitolo dentro del área y que Kevin Gameiro no fallaría desde los once metros. Con el 4-3 cambió el color del partido, con un Barcelona reculando y perdiendo balones, aunque intercalando ocasiones claras, como un cabezazo de Rafinha que encontró el travesaño. Pero el Sevilla fue mejor en los minutos finales y estableció el empate gracias a Konoplyanka, que aprovechó el centro de Ciro Immobile tras robarle el balón a Marc Bartra al forzar el error del defensa catalán en zona de peligro. Y del 4-1 para el Barcelona se pasó a la prórroga, donde ambos equipos, con muestras de cansancio a estas alturas de partido, se citaron en los penales. Y fue entonces cuando apareció Pedro, que ingresó en el terreno de juego en el minuto 3 del tiempo extra. El canario le dio el triunfo a su equipo cazando un rechace de Beto ante un disparo lejano de Messi y apuntándose su último servicio al Barcelona en el que probablemente fuera su último partido como jugador azulgrana.